Casa Sant Vicent 63

Número Registro Turístico VT488689A


La roca del adiós

También dice en su libro el P. Fages.

 “Al  lado de la ermita hay un pilar con nicho construido de piedra de sillería que marca el sitio en que Vicente Ferrer se separó de los vecinos, y un panel cerámico en el interior representa al pueblo y clero despidiéndose del Santo.”

 La construcción de la Ermita, (más grande) representa al Clero y pueblo en general que salieron fuera de las murallas para despedirse de San Vicente. El casalicio le representa a él solo partiendo hacia el sur. 

En el interior se puede ver un panel cerámico que representa la despedida del Santo acompañado por la gente del pueblo, extramuros de la Villa en aquel tiempo.  

El Dr. D. José Calatayud se inspiró en este sitio para escribir uno de los Milagros de San Vicente Ferrer, titulado  ‘El Moro abofetejat’ (‘El moro abofeteado’) que consiguió en su día el primer premio en el concurso de Miracles de Sant Vicent en Valencia, y que en Teulada se ha representado en varas ocasiones. 

Una antigua y poética tradición transmitida de generación en generación dice que este casalicio se construyó justo encima del lugar donde el Santo dirigió sus últimas palabras al pueblo y puso allí sus pies por última vez, con el objeto de que nadie nunca pisara este lugar “sagrado”.


La Casa de Constanza Ferrer

Ubicada en la parte mas antigua de la Villa de Teulada. Esta calle se denomino hasta la década de los 70 del siglo XX Calle de San Vicente, pero al urbanizar la plaza delante de la Ermita del Santo, la titularon Plaza de San Vicente Ferrer y esta calle fue dedicada a su hermana Constanza como homenaje y agradecimiento pues gracias a ella vino San Vicente a Teulada para visitarla. 

Relata el P. H. Fages en su Historia de San Vicente Ferrer “Al extremo de la calle, a la izquierda, está la casa de su hermana Constanza Ferrer casada en segundas nupcias con el notario D. Pedro de Synia, en cuyo vestíbulo, bastante espacioso, no hay mas adorno que un San 

Vicente Ferrer 

pintado sobre tela. 

Para acreditar aun más si cabe la tradición y veneración a San  Vicente es muy interesante el documento encontrado en la solapa del tomo II del archivo parroquial datado a fines del siglo XVII que trascribo del valenciano antiguo y que dice así: “Atendiendo esta Villa de Teulada el gran castigo que Dios Nuestro Señor envió el día 24 de abril del año 1687 día del glorioso San Marcos Evangelista, a las tres horas de la mañana de una  piedra tan universal que cortó todo el término acabando con todos los frutos de aquel año pues todos estaban en ese tiempo madurando, no dejando cosa verde en todo el termino ni animal vivo de los que se encuentran al raso, durante dicha piedra y por espacio de tres horas.  

Y considerando dicha Villa que quizás dicho castigo nos lo enviaba la Madre de Dios por el gran descuido y omisión de haber dejado caer y derruir dicha casa del Glorioso Padre San Vicente Ferrer Patrono de esta Villa, desde la cual casa se sabe por tradición muy antigua que el Glorioso Santo desde una ventana de aquella predicó a los moradores de esta Villa que con mucha devoción le estaban oyendo en la plaza dicha ahora dels Porxes. Movida de esta consideración la Villa determina tomar por su cuenta dicha casa y reedificarla satisfaciendo a Pere Buigues dueño de aquella el justo precio y valor, (como se satisfizo) y que seria dicha casa para un maestro de escuela, donde aprendieran los chicos; que en ella se construyera un oratorio publico con puerta a la calle dedicado al Glorioso Santo y en el cual se pudiera celebrar Misa. En ejecución de todo lo cual a 13 de Julio del año 1689 día de 

la Stma. Sangre 

de Cristo Señor nuestro, teniéndolo la Villa preparado todo para comenzar y dar principio a dicha casa y abiertos los cimientos de ella se ordena una muy solemne y devota procesión desde 

la Iglesia Parroquial 

de esta Villa hasta dicha casa del Glorioso Santo, y yo el Dr. Pere Vicent Langa Rector de esta Villa revestí capa pluvial; asistido por el Diacono Mossen Antoni Morell y Subdiácono Mons Ventura Buigues beneficiados de esta iglesia y puse en los cimientos de dicha casa la primera piedra después de haberla bendecido con las bendiciones y ceremonias acostumbradas, a la cual función asistió toda la Villa en forma, y los demás concursos de la misma, y predicó en el mismo sitio el muy Rvdo .P. fray Raymundo Buigues de la orden de Predicadores Lector en Sagrada Teología del Convento de Lluxent, y natural de esta Villa”. 

El año 2005 en la fachada de la casa se colocó un panel cerámico donde se representa a San Vicente predicando, con la gente oyéndolo en recuerdo de lo sucedido y relatado en el texto anterior. 

También en 2010 se hizo un homenaje a Constanza Ferrer su hermana, gracias a la cual el Santo visitó esta Villa y se colocó otro panel cerámico con palabras que el poeta valenciano Vicent Andrés Estellés dedicó a San Vicente y a su hermana en una visita que hizo a Teulada. 

Esta misma casa albergará en un futuro el “CENTRE D’ESTUDIS VICENTINS” que contará también con un museo de religiosidad popular, centro de interpretación y colección de iconografía vicentina. Será un aliciente más para conocer y difundir la personalidad y mensaje de San Vicente Ferrer, al tiempo que un complemento sumamente interesante de nuestra oferta turística de sol y playa.


Ermita de Sant Vicent Ferrer

De nuevo haciendo referencia al P. Fages dice sobre este lugar: “Los habitantes de Teulada no han sido ingratos con su Santo protector. Desde la carretera se ve un bonito santuario cuya cúpula,  cubierta de tejas barnizadas de colores brilla a lo lejos; es la ermita de San Vicente Ferrer cuyo interior correspondo con el exterior, teniendo tres naves y cinco altares. En lo alto de la cúpula está una imagen de San 

Vicente Ferrer 

en actitud de volar, con alas doradas (Ángel del Apocalipsis) y en el altar mayor su imagen, pintada sobre madera, recuerda de manera sorprendente los retratos conservados en Valencia.” 

La tabla a la que se hace referencia gracias al valor y coraje de un vecino se pudo salvar en la guerra civil y fue restaurada en el año 2006 por la Fundación de la Luz de las Imágenes para la exposición “FAZ DE  LA ETERNIDAD” y expuesta en la sede de la Parroquia de Santa María de Alicante. Después fue emplazada de nuevo en su sitio. Mide 180.5 x 77cm. y es de finales del siglo XVI. Según los últimos estudios realizados se le atribuye casi con toda certeza al pintor Gaspar Requena, condiscípulo de Juan de Juanes. 

En la parte alta de un altar lateral se puede leer “1793. Blas Estruch pintó todo el interior de la ermita”. Desgraciadamente durante la guerra civil la ermita sufrió daños y aunque se pudo salvar la valiosa tabla, se destruyó la imagen del Ángel del Apocalipsis que estaba colgando en el centro de la cúpula. 

Entrando a la derecha y enmarcado en azulejos pertenecientes al antiguo pavimento de la ermita de la Font Santa se puede ver un trozo de mosaico perteneciente a una casa de la Calle del Micalet de Valencia donde se hospedó San Vicente durante la Cuaresma de 1412 que predicó en la Catedral de Valencia, ya que al terminar la predicación muy tarde y dado que el convento de predicadores estaba fuera de las murallas, las puertas de la ciudad estaban cerradas. Al ser demolida esta casa un Canónigo de la Catedral de Valencia cuya madre descendía de Teulada, regaló esta reliquia al pueblo. 

Al lado de la puerta de la sacristía unos azulejos recuerdan la visita del Obispo de Vannes (Francia) cuando vino a  traer la reliquia del Santo, la última que se sacaba de su sepultura, el día 3 de julio de 2009. 

Encima de las puertas de las dos sacristías están colgados dos cuadros de grandes dimensiones pintados por el artista local Jaime Ivars Ronda; uno representa el milagro de la Creueta de l’Avemaria y el otro una alegoría del Santo velando sobre la Villa de Teulada. 

Encima de la puerta de entrada una bonita vidriera puesta allí en el año 2010 representa el milagro de la Font Santa. 

Al exterior en la parte derecha de la fachada se puede ver un gran panel de azulejos con la imagen de San Vicente, regalo de las amas de casa, delante del cual cada año en las fiestas patronales se realiza una ofrenda de flores.


Creueta del Ave Maria

También el P. Fages en su libro dice sobre este lugar que: Los habitantes de Teulada hacia años que eran victimas de dos azotes que amenazaban convertir el país en un desierto; uno eran las frecuentes acometidas de los piratas, que se llevaban muchos cautivos y el otro la peste que anualmente diezmaba la población. El Santo organizó una procesión náutica hasta una roca situada mar adentro, sobre la cual trazó la señal de la cruz diciendo:

-Tened la seguridad de que los piratas no pasarán jamás de aquí. 

A la vuelta se detuvo un punto donde se cruzan varios caminos, a alguna distancia del pueblo, desde donde bendijo el término, haciendo colocar allí una cruz, como limite que no ha franqueado la peste desde entonces. Los Jurados de Teulada enviaron la relación del hecho al valenciano Antist, que escribió en el siglo XVII una buena vida de San Vicente Ferrer. 

La cruz de piedra tosca que había fue destrozada durante la guerra y sustituida después por una de hierro forjado. La actual se puso en el año 2012, regalo de una persona devota del Santo siendo de piedra de tosca como la primera. 

En el mes de abril al término las fiestas de San Vicente y en el transcurso de la romería a la Font Santa, se para en este lugar donde un niño revestido con hábito dominico como San Vicente representa el milagro de la Creueta de l’Ave Maria recitando el siguiente texto que traducido del valenciano dice: 

Deteneos buenos hermanos míos, atención a la voz del Señor, que por medio de un pecador muestra sus sentimientos. 

Hijos de África perdidos, que venís aquí atrevidos, rodando por esos mares amargando toda la tierra, trayendo maldad y guerra. 

Destrozáis pueblos y altares cegados por la religión, por la ignorancia y el vicio, por el hambre y la destrucción. 

No pasareis, os lo mando en el nombre del Señor, infieles, mortales y traidores, por eso quiero rayar esta cruz que quedara aquí puesta y servirá para que a Teulada la mala especie esté acabada. 

 

El Pouet de Sant Vicent - El Pozo de San Vicente

En este lugar, entonces extramuros de la Villa, había un pozo del que se abastecía la población. 

A su alrededor había pequeñas huertas que los vecinos cultivaban para producir hortalizas y lo necesario para su propio consumo. Este lugar se llama “Els Cortons” lo que se puede traducir por “Cuartones”  cuartas partes, pequeños trozos de tierra. 

Cuenta la leyenda que un día Constanza preguntó a su  hermano que quería para comer. El como buen valenciano dijo que le apetecía arroz caldoso con guisantes. Ella quiso complacer a su  hermano y al ir a hacer la comida se dio cuenta de que no tenía bastantes guisantes. Sin pensarlo, salió a las pequeñas huertas circundantes del pueblo y recogió los que necesitaba. A la hora de comer Constanza observó como San Vicente comía algunos guisantes mientras apartaba otros. 


Intrigada le pregunto:

-Vicente ¿porque te comes unos guisantes y apartas otros?

A lo que el Santo contestó.

-Me como los tuyos, y voy dejando aparte los que cogiste que no eran tuyos.

Y al instante dijo:

-¡Guisantes volved a vuestras matas!

Y los guisantes volaron a donde Constanza los había recogido.

Es por alrededores donde estaba el pozo que llamaron de “San Vicente, donde se sitúa y cuenta esta leyenda. Recuerda todo esto un panel cerámico colocado en 2005, representando el pozo i al Santo, para recordar nuestro “milagro Vicentino”.



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